Manila, 4 may (EFE).- El secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, recibió en el Pentágono al presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., un encuentro que afianza la renovada alianza militar entre ambos países, reforzada en los últimos meses ante las ambiciones expansionistas de Pekín en el Mar de China Meridional.
«Somos más que aliados; somos una familia. Y compartimos una visión común de un Indo-Pacífico libre y abierto, porque una región regida por normas y derechos contribuye a proporcionar seguridad y prosperidad a nuestros dos países y a toda la región», recalcó Austin durante la reunión con Marcos la tarde del miércoles en EE.UU., la madrugada del jueves en Filipinas.
El departamento de Defensa de EE.UU. publicó este miércoles un comunicado que subraya los pasos que ambos países darán para fortalecer la cooperación militar, entre los que destaca el intercambio de información de inteligencia en tiempo real sobre «indicadores precoces de amenazas para la paz regional».
Aunque el comunicado no alude explícitamente a China, la iniciativa llega en un momento especialmente delicado en las relaciones entre Manila y Pekín, que, según Filipinas, cada vez envía más barcos a aguas territoriales filipinas, protagonizando desencuentros y amagos de accidentes con los guardacostas filipinos.
China y Filipinas mantienen una disputa por la soberanía de varias islas y atolones en el archpiélago Spratly del mar de China Meridional, rico en recursos y que Pekín reclama en casi su totalidad.
Austin enfatizó, asimismo, que su país defendería a Filipinas -país con el que EE.UU. tiene un Pacto de Defensa Mutuo desde 1951- en caso de ataque a sus Fuerzas Armadas, incluido a sus «guardacostas en el Mar de China Meridional».
Por su parte, Marcos agradeció la fortalecida sintonía entre ambos países en un contexto en el que, «por desgracia, se presentan desafíos que quizá nunca se hayan vivido antes».
La reunión entre Austin y el presidente filipino, la primera en la que un jefe de Estado extranjero ha sido recibido con honores en el Pentágono durante el mandato del presidente Joe Biden, apuntala la cooperación en seguridad entre ambos países.
Tras una reunión entre Marcos Jr. y Biden este lunes, EE.UU. anunció el envío de dos patrulleras para reforzar las capacidades de vigilancia marítima de Filipinas, y el pasado enero Washington se comprometió a realizar patrullas conjuntas.
Además, Austin y Marcos Jr. acordaron acelerar la operatividad de las cuatro nuevas bases a las que EE.UU. tendrá acceso en suelo filipino en virtud de la amplicación de un acuerdo de Defensa que Filipinas anunció el pasado 3 de febrero, según el comunicado publicado la víspera por el Pentágono.
Una de las bases está a unos 400 kilómetros de Taiwán, isla autogobernada que Pekín no descarta invadir y que Washington en principio defendería, y otra es cercana al archipiélago Spratly.
China ha considerado este acuerdo una “provocación”, y el embajador de China en Manila, Huang Xilian, sugirió recientemente que Filipinas “debería preocuparse por la seguridad” de los más de 150.000 filipinos que viven en Taiwán.