EEUU y Reino Unido endurecen las sanciones contra Rusia y apuntan a gigantes del petróleo

Fotografía de archivo de la sede del fondo social de la petrolera Surgutneftegas en Moscú. EFE/Sergei Ilnitsky

Washington/Londres, 10 ene (EFE).- Estados Unidos y Reino Unido anunciaron este viernes sanciones adicionales contra el sector del petróleo y el gas licuado de Rusia, calificadas por altos funcionarios estadounidenses como las «más significativas» impuestas al sector energético ruso desde el inicio de la guerra en Ucrania.

El objetivo de estas medidas es cortar los ingresos que financian la «máquina de guerra del Kremlin» y podrían costar a la economía rusa miles de millones de dólares al mes, explicó un funcionario estadounidense en una llamada de prensa.

Aunque el Gobierno de Joe Biden ha adoptado estas sanciones, podrían ser revocadas por Donald Trump cuando asuma la Presidencia el próximo 20 de enero.

En concreto, Estados Unidos, en coordinación con Reino Unido, sancionó a dos de los mayores productores y exportadores de petróleo de Rusia: Gazprom Neft, la tercera mayor petrolera del país, y Surgutneftegas, otra destacada compañía del sector energético.

Según el Gobierno británico, estas empresas producen en conjunto más de un millón de barriles diarios, valorados en unos 23.000 millones de dólares anuales a precios actuales, una cantidad que supera el PIB de Jamaica.

Washington y Londres consideran que las ganancias de estas empresas sirven para financiar la guerra en Ucrania.

Además, Estados Unidos sancionó a más de dos docenas de filiales de Gazprom Neft y Surgutneftegas, así como a 183 barcos rusos que transportan petróleo y que, según funcionarios estadounidenses, forman parte de una flota «en la sombra» para vender crudo ruso eludiendo las sanciones occidentales.

Estados Unidos también golpeó con sanciones a 200 entidades e individuos presuntamente vinculados al sector energético ruso, incluidos 80 relacionados con la producción y exportación de gas natural licuado (GNL).

Otras sanciones apuntan a quienes buscan expandir la capacidad de producción petrolera de Rusia, a los implicados en el proyecto Ártico LNG 2 de Novatek y a altos cargos de Rosatom, el conglomerado estatal ruso de energía nuclear, detalló el Departamento del Tesoro en un comunicado.

En una llamada con periodistas, funcionarios estadounidenses detallaron la razón tras estas sanciones, que se suman a las impuestas por Washington y sus aliados tras la invasión rusa de Ucrania.

En concreto, en marzo de 2022, un mes después del inicio de la guerra, Estados Unidos prohibió la importación de petróleo, gas natural licuado y carbón rusos. La Unión Europea también restringió estas compras, lo que asestó un duro golpe a Moscú por su dependencia del mercado europeo.

No obstante, Washington decidió entonces no imponer sanciones más amplias debido a la tensión en los mercados globales de petróleo, que podrían haber provocado un aumento en los precios del crudo, explicó un funcionario estadounidense.

Para mitigar ese impacto, en diciembre de 2022, Estados Unidos, junto con el G7 y Australia, adoptó un tope de 60 dólares por barril para las exportaciones marítimas de petróleo ruso, permitiendo compras solo por debajo de ese límite.

Ahora, con una mayor oferta global gracias al incremento de producción en otros países, Washington ha decidido avanzar con sanciones dirigidas a gigantes energéticos rusos, añadió el citado funcionario.

Antes del anuncio oficial de estas medidas, el precio del petróleo en Estados Unidos ya había subido ante la preocupación de nuevas restricciones en el mercado global de energía, agravadas por los incendios en California y el mal tiempo en diversas regiones del país, lo que podría cerrar refinerías y afectar el suministro global.