El Torres se vistió de gala. Era carnaval y había ambientazo en las gradas de estadio. Más de 2.600 personas con ganas de animar y con los más pequeños con sus disfraces azules para disfrutar del fútbol del CF Fuenlabrada. Enfrente, la Gimnástica Segoviana, un equipo sólido en defensa. Un partido que se preveía complicado como ya lo fue el que disputaron ambos equipos en la Albuera.

Los de Calderón salieron a dominar y tuvieron las primeras ocasiones. Cristóbal fue el que comando la ofensiva. En el minuto 15 tuvo el primer disparo, en el 19 volvió a avisar. Su remate se estrelló primero en el larguero y después en el palo. La fortuna fue esquiva con el Fuenla y el balón se salió. El rechace cayó en la defensa visitante que despejó el peligro. Hubo que esperar hasta el minuto 38 para inaugurar el marcador. Cristóbal se sacó de la chistera un pase filtrado al área y Dani Fernández, que jugó de lateral, apareció como si de un delantero se tratase. El meta llegó a tocar el balón, pero no pudo impedir el gol del Fuenla.

En la segunda parte, la Gimnástica Segoviana, necesitada de puntos, intentó volcar el partido hacia la portería del CF Fuenlabrada. Tenían el balón, pero no llegaban las ocasiones. Sólo algún remate lejano aislado. El Fuenla no conseguía tampoco crear demasiado peligro. Centros aislados de Hugo Fraile y de Vicente, que salió en la segunda mitad. El equipo lo intentaba, pero no lo conseguía. La superioridad era mínima, pero la solvencia defensiva habitual del Fuenla invitaba a pensar que la jornada acabaría con los tres puntos. Pero la Segoviana logró encontrar su gol al final. Fue en una falta. Gol en el añadido que fue imposible de remontar. Un paso más  en lo que se ha convertido en una carrera de fondo por el primer puesto. Una carrera en la que el Fuenla sigue por delante de sus competidores.