Mikel Folgueira
Bilbao, 6 jun (EFE).- El único objetivo del PNV en estas elecciones europeas es mantener su escaño en Estrasburgo, que las encuestas dejan en el aire, haciendo frente a la polarización entre PSOE y PP y al auge de EH Bildu en Euskadi y Navarra.
Las elecciones europeas son las más difíciles para el PNV, igual que para el resto de formaciones de ámbito regional, al ser a circunscripción única para toda España, por lo que necesita formar coaliciones con otros partidos regionales, por pequeños que sean, porque los votos en su territorio «natural» no son suficientes para lograr un eurodiputado.
En este caso, el PNV reedita la Coalición por una Europa Solidaria (CEUS), donde su principal socio vuelve a ser Coalición Canaria, el acompañante habitual cuando no ha ido con CiU/Junts.
Además integran CEUS Geroa Bai (de la que forma parte el propio PNV en Navarra), el minoritario El PI de Baleares y el apoyo de «independientes» gallegos y catalanes como la fundación municipalista de los expresidentes del extinto PdeCAT (escisión moderada de Junts) Marta Pascal y David Bonvehí, que va en un puesto final de la lista y con quien Ortuzar ha realizado un acto electoral en Barcelona.
En 2019 CEUS consiguió el escaño para Izaskun Bilbao con 633.090 votos (el 2,82 %), gracias a los 380.577 votos que logró el PNV en Euskadi (33,9 %), los 186.372 (20,79 %) de CC en Canarias y los 27.202 recibidos en Navarra (7,99 %), pero la participación entonces fue anormalmente alta para unas europeas al coincidir con las elecciones municipales.
Ahora, con un participación que se augura mucho más baja, ese escaño está en peligro y los sondeos del CIS y otras encuestas le otorgan el 1,4 % de los votos y entre 0 y 1 eurodiputados.
La polarización y EH Bildu
Para conseguirlo el PNV debe superar la polarización entre socialistas y populares en toda España y el auge de EH Bildu en Euskadi, donde plantea estos comicios como otro paso en el 'cambio de ciclo' y la ocasión para ser primera fuerza en votos en el País Vasco tras empatar a escaños con el PNV en las pasadas autonómicas de abril.
Tampoco le benefician los constantes llamamientos a frenar la subida de la extrema derecha, que el PNV también realiza aunque lo extiende a los extremismos y populismos de 'izquierda y derecha'.
Por ello, la candidata, Ohiane Agirregoitia, insiste en que estos comicios no son una «segunda vuelta de nada», ni en España ni en Euskadi, y que las elecciones son importantes por sí mismas por la elevada influencia que tiene la UE en el 'día a día' de los ciudadanos y que hay que hablar de propuestas para el Parlamento Europeo, 160 en el caso del programa electoral del PNV.
La coalición CEUS
La coalición CEUS se presentó en un acto conjunto el pasado 22 de mayo en Madrid con un manifiesto que recoge, entre otros principios, «la atención a las personas más desfavorecidas», la «soberanía energética» de la Unión Europea (UE), su papel como «agente de paz» internacional y la defensa de la «diversidad» del continente.
El manifiesto de CEUS llama a combatir «el populismo y el autoritarismo», apostando por una UE «contundente contra las vulneraciones del Derecho Internacional como las que protagonizan Rusia en Ucrania e Israel en Gaza», y que tenga «capacidad disuasoria frente a las agresiones convencionales y las híbridas».
El presidente de Canarias y secretario general de CC, Fernando Clavijo, dijo entonces que «el euroescepticismo crece» actualmente, y lamentó que «se hable de todo menos de los intereses y los problemas de los ciudadanos».
La candidata número uno es la desconocida Oihane Agirregoitia, bilbaína de 44 años y madre de un hijo y una hija, que ha sido concejala 12 años en la capital vizcaína y un año directora de Buen Gobierno en la Diputación. En el número 2 aparece el canario Carlos Alonso, sin posibilidades de ser elegido.
Con Agirregoitia, una «europeísta convencida» que tiene dos ingenierías técnicas (Electrónica Industrial y Organización), el PNV sigue con el profundo relevo generacional que ha aplicado el último año en ayuntamientos, diputaciones y Parlamento vasco.