El podocardo: planta del mes en el Jardín Botánico La Concepción de Málaga

Fuente: Ayuntamiento de Málaga

A pesar de su relativa escasa representación en jardines, este árbol, con sus tonalidades verdes únicas, resulta sumamente decorativo

El podocardo, conocido científicamente como Podocarpus neriifolius D.Don y perteneciente a la familia Podocarpaceae, es una conífera de hoja perenne con un crecimiento lento que puede alcanzar alturas de más de 20 metros.

Originario de las regiones subtropicales de Asia, incluyendo el Himalaya, China, Filipinas e Indonesia, el podocardo se encuentra en varias áreas del Jardín La Concepción, como cerca de la antigua pista de tenis y tras el Museo Loringiano. Una de sus características más notables es su sistema de reproducción dioico, lo que significa que tiene los sexos separados.

Las hojas del podocardo se disponen en espiral y son de textura coriácea. Son más oscuras en la parte superior, lo que crea un hermoso contraste de colores. Además, tienen un nervio central prominente, son aplanadas y alargadas, con longitudes que varían entre 10 y 15 centímetros. Esta característica ha llevado a que se le asocie con las adelfas, ya que pertenecen al género Nerium.

Los frutos del podocardo son inicialmente de color naranja, que con el tiempo se torna morado cuando maduran. Las semillas crecen en un receptáculo carnoso, de donde deriva el nombre de este género, que proviene de las palabras griegas «podos» (pie) y «karpos» (fruto). Los individuos masculinos desarrollan piñas cilíndricas de color amarillo verdoso de entre 2 y 5 centímetros de longitud. El tronco es robusto y muestra una combinación de colores marrón rojizo y grisáceo en su madurez.

Asimismo, el podocardo es apreciado por su madera ligera y amarillenta, que se utiliza en la construcción y la carpintería. Además, sus semillas son una fuente de alimento para las poblaciones nativas del Himalaya.