Bruselas, 31 may (EFE).- El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, considera que los postulados de España en materia energética en la Unión Europea se van abriendo camino y están siendo avaladas propuestas como las compras conjuntas de gas y el impulso de interconexiones financiadas con fondos comunitarios.
Sánchez compareció en conferencia de prensa tras la reunión del Consejo Europeo extraordinario celebrado en Bruselas y expresó su satisfacción por los avances que se están dando en la UE para rebajar el precio de la factura eléctrica.
Entre ellos la denominada «excepción ibérica» que se aprobó en la cumbre europea de marzo para que España y Portugal pudieran fijar un tope al precio del gas para la electricidad.
Sin embargo, esa medida aún no ha obtenido el visto bueno definitivo de la Comisión Europea aunque el jefe del Ejecutivo auguró que «muy pronto» se convertirá en realidad y repercutirá en beneficio de los ciudadanos.
Pero más allá de ese acuerdo, consideró que otras propuestas españolas como las compras conjuntas de gas, la necesidad de reformar el mercado energético o el impulso de las interconexiones cuentan con cada vez más apoyo de los socios y también de las instituciones europeas.
«TOCA PAGAR A LA UE»
Como ejemplo de ello citó el plan «Repower EU» que apuesta por incrementar esas interconexiones, y el hecho de que en las conclusiones del Consejo se haya incorporado una mención a la Península Ibérica para que esas infraestructuras se materialicen con celeridad.
Para Sánchez, no hay duda de que es Europa quien debe financiar esas interconexiones.
«Si somos una isla energética y han sido los españoles los que han tenido que pagar en las últimas décadas la capacidad de regasificiación y de almacenamiento de gas natural licuado, creo que toca a la UE pagar esas interconexiones», afirmó.
Aunque dijo que le gustaría que las decisiones en este ámbito fueran más rápidas, insistió en que «se está haciendo camino y poco a poco se va avanzando en las soluciones que se necesitan».
Sánchez se refirió al nuevo paquete de sanciones aprobado por la UE contra Rusia y que incluye el embargo del petróleo por vía marítima, aunque no por oleoducto ante el rechazo a esa posibilidad encabezado por Hungría.
En su opinión, es importante el «espíritu de colaboración» demostrado por todos los Estados miembros para lograr un acuerdo que calificó de «muy importante» y que muestra su solidaridad con los países que no tienen salida al mar para que sigan recibiendo temporalmente el crudo a través de oleoducto.
VÍA ABIERTA CON PUTIN
Tras las dificultades para conseguir el acuerdo sobre el petróleo, no quiso comentar lo que puede ocurrir si los Veintisiete empiezan a debatir sobre el embargo del gas ruso.
A su juicio, si se quiere preservar la unidad, no se pueden adelantar debates como ese y recalcó que él no iba a contribuir a ello.
Sí dejó claro su respaldo a que líderes como el presidente francés, Emmanuel Macron, o el canciller alemán, Olaf Scholz, mantengan una vía de diálogo con el mandatario ruso, Vladímir Putin.
Así se lo trasladó a ellos directamente durante la cumbre porque, pese a defender la dureza en la respuesta a la invasión, abogó por dejar esa puerta abierta.
Siempre, eso sí, evidenciando a Putin que no van a terminar las sanciones contra Rusia «hasta que no salga el último de sus soldados de Ucrania».
El apoyo unitario a este país consideró que debe seguir siendo clave y en ese sentido destacó la tarea de acogida de refugiados ucranianos por parte de España, que dijo que, con unos 110.000, es el cuarto país europeo con más nacionales de Ucrania que han huido de la guerra.
También resaltó el apoyo español en equipamiento militar y que recordó que tiene un valor hasta ahora de 21 millones de euros, aunque no quiso concretar si habrá en breve nuevos envíos a Ucrania.
El presidente del Gobierno destacó que la UE no sólo muestra su solidaridad con Ucrania, sino también con vecinos como Moldavia.
Un país que recordó que visitará el próximo viernes para reunirse con sus principales autoridades y trasladarles su apoyo.