Georgia no quiere una nueva guerra con Rusia, pero tampoco renuncia a la OTAN

La ministra de Exteriores de Georgia, Maka Bochorishvili, en una entrevista con EFE. EFE/ Ministerio de Asuntos Exteriores de Georgia***SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)***

Tiflis, 5 mar (EFE).- La ministra de Exteriores de Georgia, Maka Bochorishvili, aseguró en una entrevista con EFE que su país no quiere una nueva guerra con Rusia, pero no renuncia al ingreso en la OTAN y tampoco en la Unión Europea (UE), aunque congeló el acceso a este bloque continental hasta 2028.

«La guerra, y lo sabemos por propia experiencia por la guerra con Rusia -por el control de la región separatista de Osetia del Sur- en 2008, no trae nada bueno», comentó la ministra que asumió el cargo en noviembre pasado.

Bochorishvili es la jefa de la diplomacia del Gobierno de Sueño Georgiano, enfrentado desde hace meses a la oposición, que se manifiesta diariamente desde hace más de tres meses, y a Occidente, que le ha retirado parte de la ayuda al desarrollo.

Con todo, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha alentado a Georgia, ya que, según la ministra, «tenemos muchas coincidencias en política interior y exterior con la nueva Administración en EE.UU.»

«Las elecciones que hizo Georgia y que nos alejaron de Occidente, ahora las defiende EE.UU., lo que no sólo puede restablecer nuestras relaciones con Washington, sino reforzarlas», aseveró.

Pragmatismo ante la amenaza rusa

«En la política internacional ha llegado ahora la era del realismo. Somos un país pequeño, seremos pragmáticos», dijo.

Subraya que «la principal misión de Georgia es mantener la paz» en el Cáucaso, para lo que «el país debe maniobrar correctamente y posicionarse de manera coherente enviando los mensajes correctos a nuestros socios».

«Nosotros fuimos el país que defendió de manera abnegada la paz y EE.UU. habla, a día de hoy, de la paz y un alto el fuego» en Ucrania, destacó.

Al mismo tiempo, recuerda que Tiflis no tiene relaciones diplomáticas con Moscú, que ocupa «ilegalmente», al igual que en el caso de Ucrania, las regiones georgianas de Osetia del Sur y Abjasia, es decir, «el 20 % del territorio nacional».

«En estas condiciones se excluye nuestro trabajo conjunto en formatos» internacionales, dijo y descartó que su país se sume a las consultas regionales con Rusia, Irán, Turquía, Armenia y Azerbaiyán, aunque mantiene buenas relaciones con Ankara y Bakú.

Como «Rusia es el desafío número uno», Georgia debe actuar «con la máxima de las cautelas para no perjudicar sus propios intereses».

La lección de la OTAN

Bochorishvili asegura que «el ingreso en la OTAN sigue siendo un objetivo estratégico para Georgia» y recordó el numeroso contingente que el país caucásico envió a Afganistán.

Al mismo tiempo, reprochó a la Alianza Atlántica que en 2008 prometió abrir sus puertas a Ucrania y Georgia, pero «esas puertas nunca se abrieron».

«Las decisiones deben ser realizables», afirmó.

Por ello, cuando EE.UU. aseguró recientemente que Ucrania no tiene sitio en la OTAN, Georgia «extrajo una simple lección».

«En la política actual cada país debe, en primer lugar, dedicarse a sus intereses nacionales. Y el primero de ellos es garantizar su propia seguridad», señaló.

Salir del callejón sin salida con la UE

En cuanto a las tensiones con la UE, la jefa de la diplomacia georgiana subraya que su país está dispuesto a «reanudar el diálogo sobre la base del respeto mutuo si la UE decide regresar a la mesa de negociaciones».

«Las relaciones con la UE no se encuentran en la mejor de las situaciones (…) Instamos a la UE a mostrar firmeza en este asunto para salir del callejón sin salida», señaló.

Tiflis quiere abrir un «diálogo estratégico» con los Veintisiete sobre «asuntos estratégicos» con el fin de trabajar en aras de «los intereses comunes».

«Georgia se encuentra en un compás de espera estratégico en sus relaciones con la UE. Tiflis espera que la UE entienda que Georgia es un socio fiable en la región», dijo.

A su vez, aseguró que su país sigue adelante con las reformas del Acuerdo de Asociación firmado en 2014 con el fin de homologar «lo más posible» a Georgia con la UE con vistas a 2028.

«Tenemos mejores datos (que otros candidatos) en materia de resultados de las reformas (…) Lo que pasará después, ya depende de la UE», comentó.

En cuanto a las manzanas de la discordia -las leyes consideradas prorrusas sobre minoría sexuales y agentes extranjeros-, subrayó que Tiflis «fue uno de los primeros en llamar la atención sobre la incorrecta financiación exterior».

«Esto provocó un antagonismo con Occidente y nosotros fuimos las víctimas. Ahora se está viendo que teníamos razón», dijo, en alusión a la decisión de Trump de desmantelar la agencia de cooperación internacional USAID.

Misha Vignanski