Kosovo condiciona nuevas elecciones en municipios serbios a fin de las protestas violentas

Imagen de una bandera serbia colocada en una barrera mientras los soldados del contingente estadounidense de la Fuerza Internacional de Mantenimiento de la Paz en Kosovo (KFOR) liderada por la OTAN hacen guardia frente al edificio municipal en Leposavic, Kosovo, el 02 de junio de 2023. EFE/EPA/GEORGI LICOVSKI

Belgrado, 2 jun (EFE).- El primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, exigió hoy el fin de las protestas de los serbios contra los alcaldes cuya autoridad rechazan como condición para celebrar nuevas elecciones en cuatro municipios donde ese grupo es mayoría.

«La retirada de las bandas violentas de los edificios municipales y la plena aplicación del Acuerdo B (de Bruselas) es el camino hacia la desescalada, hasta que se celebren nuevas elecciones», dijo el jefe del Gobierno en la red social Twitter.

Cientos de serbios protestan hoy por quinto día consecutivo frente a los Ayuntamientos de las localidades de Zvecan, Leposavic y Zubin Potok, custodiados por soldados de la OTAN, para exigir la retirada de los alcaldes de la mayoría albanesa y de la policía especial kosovar de la zona.

Las tensiones llevaron el lunes a enfrentamientos entre soldados de la OTAN y manifestantes violentos, que dejaron más de 80 heridos, 30 de ellos soldados.

Francia y Alemania pidieron el jueves la repetición «sin demora» de las elecciones municipales en esos municipios del norte de Kosovo, donde los serbios son mayoría.

Los actuales alcaldes, de la etnia albanesa mayoritaria en Kosovo, fueron elegidos en abril en un proceso boicoteado por los serbios y en el que sólo participó el 3 % del censo.

Los presidentes de Serbia, Aleksandar Vucic, y de Kosovo, Vjosa Osmani, se han comprometido a analizar la propuesta y a dar una respuesta la semana que viene.

Osmani dijo anoche que Pristina está dispuesta a analizar la propuesta franco-alemana, y aseguró que la ley implica que sean los serbios de Kosovo quienes soliciten esa repetición electoral.

Kosovo, antigua provincia serbia poblada por una gran mayoría de albaneses, proclamó en 2008 su independencia, que Serbia no reconoce.

Ambos países negocian la normalización bajo el amparo de la UE y con el apoyo de Estados Unidos.