Birmingham (R.Unido), 3 oct (EFE).- El ministro británico de Economía, Kwasi Kwarteng, reconoció hoy que ha sido «un día duro», en el que ha anulado una parte clave de su plan fiscal, pero afirmó que ahora hay que centrarse «en la labor» de fomentar «el crecimiento».
Kwarteng, que asumió el cargo el pasado 6 de septiembre, defendió su plan de recorte de impuestos sobre todo para empresas y rentas altas a fin de fomentar la expansión económica del Reino Unido, en su intervención ante el congreso anual del Partido Conservador en la ciudad inglesa de Birmingham.
Antes de su discurso, Kwarteng anunció esta mañana que anulaba el recorte previsto, del 45 al 40 %, de la banda más alta del impuesto sobre la renta, tras las críticas recibidas de diputados de su propio partido.
En su comparecencia ante otros miembros del Gobierno y la base conservadora, Kwarteng afirmó que el revuelo causado por su iniciativa de recortar los impuestos a los más adinerados ha sido «una distracción» y «una pequeña turbulencia», que no debe impedir sacar adelante el resto de la estrategia gubernamental.
El ministro, que se confesó «totalmente proempresa», insistió en que seguirá adelante con su intención de anular la subida que estaba programada, del 19 al 25 %, del impuesto de sociedades y adelantó que en los próximos días detallará medidas para acelerar el crecimiento del producto interior bruto (PIB), hasta una meta del 2,5 %.
Entre estas medidas habrá una liberalización de las normas de planificación y construcción, agricultura, servicios financieros, la mejora de los servicios de guardería y una reforma de los subsidios sociales, indicó.
También prometió eliminar cualquier resto de legislación europea que «esté impidiendo avanzar al país», en uno de los momentos más aplaudidos del discurso, que apenas consiguió arengar a las bases.
El ministro se comprometió a actuar con «responsabilidad fiscal», tras las críticas recibidas por presentar el pasado 23 de septiembre un «plan de crecimiento» con grandes recortes impositivos sin acompañarlo de previsiones de PIB ni una hoja de ruta para la reducción de la deuda neta.
La reacción negativa de los mercados financieros a ese plan, que hundió temporalmente la libra y disparó los intereses sobre la deuda soberana, ha motivado que muchos participantes en el congreso anual de este año opinen que su formación no puede ya ganar las próximas elecciones, previstas para 2024.