La directora de Oxfam lamenta que la guerra de Ucrania está «ahondado otras crisis»

Gabriela Bucher en Somalilandia, región de Somalia autodeclarada independiente, a donde viajó este mes de marzo para evaluar sobre el terreno la peor sequía que sufre el país en cuarenta años. EFE/ Oxfam/abdirahman Ali

Nairobi, 30 mar (EFE).- «La guerra de Ucrania está eclipsando pero, sobre todo, ahondando otras crisis», advierte la directora ejecutiva de Oxfam International, la colombiana Gabriela Bucher, quien urge a «no olvidar» otros conflictos como el de Yemen y Etiopía.

«La crisis en Ucrania es una situación preocupante que tiene impactos para la humanidad entera», afirma Bucher en una entrevista con Efe en Nairobi en la sede central de esta organización de lucha contra la desigualdad y la pobreza, cuyas riendas tomó en 2020.

La invasión rusa de Ucrania -señala- ha provocado el éxodo de casi cuatro millones de refugiados, un drama inédito en Europa desde la II Guerra Mundial (1939-1945) aunque aliviado por «una gran respuesta de solidaridad por parte de la población europea».

«Tenemos todos una compasión y una empatía con la situación de las personas refugiadas», subraya la directora, que forjó su pasión por la justicia social en su Colombia natal, donde trabajó con comunidades golpeadas por décadas de conflicto armado en ese país.

YEMEN Y ÁFRICA, CRISIS ECLIPSADAS

Sin embargo, puntualiza a Efe, «en este momento el público general está viendo sólo una crisis (la de Ucrania) en la televisión, en la radio o en los periódicos y no podemos olvidar las otras».

«Porque los conflictos se dan de múltiples formas en diferentes zonas del mundo, pero el sufrimiento es el mismo para los seres humanos», enfatiza Bucher, quien se pregunta «cómo podemos ser más empáticos y tener unas respuestas más igualitarias».

A su juicio, la atención humanitaria que acapara la contienda en Ucrania genera un desinterés hacia otras crisis que ya causan «hambre extrema» en países como Yemen, asolado por una guerra desde 2015.

La directora de Oxfam International, confederación de oenegés fundada en 1955 que opera en más de sesenta países, destaca como «ejemplo» de ese fenómeno la reunión de donantes de Yemen celebrada este mes en Ginebra, que resultó «decepcionante» al no recaudar «suficientes fondos».

Para socorrer a la población yemení hasta fin de año, los organismos de la ONU y las organizaciones con las que colabora sobre el terreno solicitaron 4.270 millones de dólares en donaciones, pero las promesas sólo sumaron 1.300 millones.

El fantasma del olvido también planea sobre África Oriental, donde 21 millones de personas padecen «hambre crítica» debido a conflictos, inundaciones y una larga sequía de dos años que no tiene precedentes en las últimas cuatro décadas, de acuerdo con Oxfam.

«Si no actuamos rápido, hay un riesgo grande de una situación catastrófica», avisa Bucher, al remarcar que «sólo está financiado el tres por ciento» de los 6.000 millones de dólares que la ONU considera necesarios para atajar la crisis en esa región africana, víctima también de la inflación desatada por la guerra en Ucrania.

«Eso nos preocupa enormemente», insiste la responsable colombiana, que ha visitado durante las últimas semanas Kenia, Etiopía y Somalia.

EL «INFIERNO HORROROSO» DE LA HAMBRUNA

Somalia, que decretó en noviembre pasado el «estado de emergencia humanitaria» por la sequía, problema que se solapa con el conflicto armado que sufre el país desde 1991, corre el riesgo de repetir el «infierno horroroso» de la hambruna de 2011, según Bucher.

«En esa época, desafortunadamente, murió un cuarto de millón de personas», enfatiza, al incidir en la «necesidad urgente de actuar» porque «ya están niños y niñas en situación de desnutrición aguda» y las predicciones de lluvias a corto plazo «no son muy optimistas».

Además, apostilla, «el hambre es una fuente de conflicto» que puede desembocar en un «círculo vicioso» que «necesitamos prevenir».

La directora ejecutiva recuerda también la guerra entre el Gobierno etíope y los rebeldes de la región de Tigré en el norte de Etiopía, donde miles de personas han muerto y más de cinco millones necesitan ayuda humanitaria.

Bucher aplaude que el Ejecutivo etíope declarara la semana pasada una «tregua humanitaria indefinida» aceptada por los insurgentes, después de meses de un «bloqueo de facto» en la región, según ha denunciado la ONU.

En su opinión, «es fundamental para la crisis de hambre que tenemos en este momento en la región que tengamos el acceso humanitario. Es básico para que podamos llegar a las personas más vulnerables, que en general están en zonas también de conflicto».

Ante tantos frentes humanitarios abiertos y lastrados por una escasez de fondos, Bucher lamenta que sobre el dinero para «enviar a billonarios al espacio» y falte para ayudar a los más necesitados.

«Es un mensaje -sentencia- para la humanidad entera: tenemos que reflexionar a qué hemos llegado. La desigualdad tan extrema en la que estamos es una desigualdad que eventualmente mata».

Pedro Alonso