Copenhague, 14 ene (EFE).- El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, anunció este martes la creación de una nueva misión para proteger con barcos, aviones y otros medios la infraestructura submarina en el mar Báltico, denominada «Baltic Sentry» o «Centinela Báltico», tras los recientes casos de cables submarinos de telecomunicaciones dañados en la región.
«Hoy puedo anunciar que la OTAN está lanzando ‘Baltic Sentry’. Bajo la autoridad del comandante supremo aliado, el general Christopher Cavoli, esta actividad militar es parte de nuestro esfuerzo continuado por mejorar la presencia marítima y la vigilancia de zonas esenciales para nuestra Alianza», dijo Rutte en una rueda de prensa tras una reunión de jefes de Gobierno y de Estado de los países aliados ribereños del mar Báltico.
Esta misión involucrará «diversos medios, como fragatas y aviones de patrulla marítima, entre otros, y reforzará nuestra vigilancia en el Báltico», explicó Rutte sobre la respuesta de la OTAN a los supuestos sabotajes de cables de telecomunicaciones en el Báltico, de los que se sospecha que Rusia está detrás con su flota de «barcos fantasma».
En segundo lugar, dijo Rutte, los líderes de Finlandia, Estonia, Dinamarca, Alemania, Letonia, Estonia, Lituania, Polonia y Suecia han acordado junto al jefe de la OTAN poner en marcha una iniciativa para desplegar nuevas tecnologías, «incluida una pequeña flota de drones navales» para proporcionar una mayor vigilancia y disuasión».
«Hemos visto elementos de una campaña para desestabilizar nuestras sociedades mediante ciberataques, intentos de asesinato y sabotaje, incluido el posible sabotaje de cables submarinos en el mar Báltico, con daños a cables de energía y telecomunicaciones que son vitales para la seguridad y prosperidad de nuestra nación», recalcó.
Rutte recordó que solo en los dos últimos meses ha habido daños en un cable que conecta Lituania y Suecia, otro que conecta Alemania y Finlandia y, más recientemente, en varios cables que conectan Estonia y Finlandia.
«Todavía se están investigando todos estos casos, pero hay motivos para estar muy preocupados. Salvaguardar nuestras infraestructuras es de suma importancia», dijo Rutte al lado del presidente de Finlandia, Alexander Stubb, y el primer ministro de Estonia, Kristen Michal.
«No sólo es crucial para el suministro de energía, que procede de cables eléctricos o gasoductos, sino que más del 95 % del tráfico de internet se asegura a través de cables submarinos, y 1,3 millones de kilómetros de cables garantizan cada día transacciones financieras por valor de unos 10 billones (millones de millones o trillions en inglés) de dólares», enfatizó el holandés.
En los dos últimos años, los aliados han intensificado las patrullas militares cerca de infraestructuras críticas y en mayo pasado la OTAN creó un nuevo Centro Marítimo para la Seguridad de Infraestructuras Submarinas Críticas dentro del Mando Marítimo de la OTAN en el Reino Unido.
También se han intensificado los esfuerzos de coordinación entre los aliados de la OTAN, el sector privado y otros socios, así como la cooperación con la Unión Europea (UE).
Asimismo, se trabaja para integrar los activos de vigilancia nacional de los aliados afectados en los de la OTAN, garantizando la detección integral de amenazas, afirmó.
Pero, dijo, igualmente es «esencial una aplicación sólida» de la ley, porque «los capitanes de los buques deben comprender que las posibles amenazas a nuestras infraestructuras tendrán consecuencias, incluido el posible abordaje, incautación y detención».
Al respecto, el primer ministro estonio dijo en la reunión que la disuasión de la flota rusa en la sombra o fantasma, barcos viejos que navegan bajo otra bandera y a menudo no tienen seguros adecuados y que el Kremlin utiliza para esquivar las sanciones occidentales, está en la mente de todos cuando se habla de esta problemática de los daños causados a la infraestructura submarina en el Báltico.
«Hemos comprobado desde junio más de 300 petroleros, 260 han presentado sus seguros y 62 no lo han hecho. Hemos abordado siete», dijo Michal.