Seúl, 8 ene (EFE).- La afirmaciones de la oposición surcoreana sobre la posibilidad de que el presidente, Yoon Suk-yeol, se haya fugado llevaron hoy a la policía a asegurar que está rastreando su paradero exacto, enmarañando aún más la caótica situación que rodea a su posible arresto.
Mientras, los letrados de Yoon insistieron en que consideran que los cauces para detener al mandatario con motivo de su declaración de la ley marcial en diciembre no están respetando la legalidad, un mantra que vienen repitiendo sus seguidores, congregados hoy nuevamente fuera de su residencia, donde las autoridades planean entrar nuevamente para tratar de arrestarlo tras un primer intento que fracasó el viernes.
Especulaciones sobre el paradero de Yoon
La principal formación opositora, el Partido Democrático (PD), comenzó a hacer hincapié en una posible huida cuando el martes el director de la Oficina para la Investigación de Casos de Corrupción para Altos Funcionarios (CIO), Oh Dong-won, indicó que no conocía el paradero específico de Yoon y aseguró que se «barajan varias posibilidades» al ser preguntado por una eventual fuga.
La insistencia del PD ha hecho que la policía saliera hoy al paso e indicara que tiene constancia de que el presidente se encontraba en su residencia a principio de semana y que está tratando de confirmar su paradero actual.
Tanto el equipo de abogados de Yoon como la Oficina Presidencial desmintieron las acusaciones, indicando que el presidente se reunió con su equipo legal el martes por la noche y que continúa en su vivienda.
La negativa de Yoon a aceptar la legalidad de la investigación
Los letrados que representan al presidente insistieron hoy nuevamente en que solo la Fiscalía, y no el CIO, tiene competencia para investigar a Yoon por supuesta insurrección y que el tribunal que autorizó y después prorrogó la orden para arrestarlo no tiene tampoco jurisdicción para hacerlo.
Esas argumentaciones ponen nuevamente de relieve las discrepancias entre la oficina anticorrupción y el ministerio fiscal y los dos principales partidos, que parecen reconocer solo como legítimas las instituciones que han puesto en pie o defienden sus intereses, una actitud fruto de un sistema político cada vez más cuestionado por incitar a la política vengativa y nunca a los consensos.
Es precisamente en los tiempos en los que Yoon Suk-yeol fue fiscal general cuando se origina la discordia entre Fiscalía y el CIO, organismo establecido por el anterior Gobierno liberal en 2021.
El ente, que se fundó para acotar las competencias de la Fiscalía a la hora de investigar a altos cargos públicos, se considera un desquite del PD contra el propio Yoon a cuenta de su investigación contra el entonces ministro de Justicia que desembocaría en su dimisión y, en última instancia, también en la del ahora presidente, que se afilió entonces con el conservador y gobernante Partido del Poder Popular (PPP).
Preparativos para una segunda operación de arresto
De cara a un nuevo operativo para intentar arrestar a Yoon, el presidente interino, Choi Sang-mok, instó hoy a todos los actores implicados a evitar «cualquier enfrentamiento físico».
Las palabras de Choi se producen en un momento en que la oposición lo acusa de no ordenar al Servicio de Seguridad Presidencial (PPS) que no bloquee el acceso a la residencia del mandatario de los investigadores, tal y como sucedió el pasado viernes.
Entre tanto, y después de que el CIO obtuviera el martes una prórroga para ejecutar la orden de arresto, la prensa local informaba hoy de choques en el seno de la oficina anticorrupción sobre cómo y cuándo proceder, con posiciones defendiendo una implementación rápida para evitar que el PSS fortifique aún más la residencia presidencial y otras voces abogando por una estrategia más estudiada.
Una posibilidad que se baraja es la de obtener una orden de detención para el jefe del PSS, Park Jong-joon, por obstrucción de deberes oficiales e incluso ejecutarla en la misma operación para detener a Yoon de cara a descabezar de golpe su dispositivo de seguridad.
Se habla también de incrementar de manera consistente el número de policías que acompañarían al CIO con respecto a la fallida operación del viernes, en la que participaron unos 80 agentes.
Continúan las protestas a favor y en contra de Yoon
Los alrededores de la residencia presidencial, en el barrio de Hannam en Seúl, volvieron a aglutinar este miércoles a miles de manifestantes a favor y en contra del arresto de Yoon pese a que el termómetro no subió de cero grados centígrados.
Una de las protestas estuvo liderada por el pastor ultraconservador Jeon Kwang-hoon, polémico líder de una iglesia protestante que desafió las regulaciones sanitarias en pandemia y que es conocido por sus mensajes de odio hacia las comunidades musulmana o LGTBI y también hacia el PD, al que, al igual que Yoon, acusa de querer regalar el país a Pekín y Pionyang.
No muy lejos, se celebró a su vez una nueva protesta convocada por los principales sindicatos en la que se pidió apresar al presidente y «acabar con el persistente movimiento de insurrección» que lo apoya.