Al Zalaga (Egipto), 10 ene (EFE).- Las tribus beduinas de la península egipcia del Sinaí celebraron este viernes una carrera de camellos, que desde hace más de cuarenta años transcurre por el desértico valle de Al Zalaga, para recordar el patrimonio centenario de los ancestros de estas comunidades.
Un total de 15 camellos participaron en la carrera más larga y conocida de todo Egipto, en la que estos camélidos tienen que ofrecer su versión más veloz durante unos 30 kilómetros ante la expectante mirada de sus seguidores y turistas, que acuden cada año a presenciar el espectáculo.
Esta tradición centenaria comenzó a celebrarse de forma anual e ininterrumpida en Egipto en 1982 y, hasta hoy, las dos tribus más grandes del Sinaí -Al Tarabin y Mezena- son las únicas que participan, pues se han convertido en las únicas que habitan el valle de Al Zalaga.
Meses antes de competir, los miembros de las tribus dedican tiempo a decidir qué raza es la más apropiada. Después, someten a los camellos a un arduo entrenamiento para que estén en plena forma antes de este evento, al que acuden cientos de personas de todo el mundo.
«Es patrimonio de la antigüedad, de nuestros ancestros de las tribus de Al Tarabin y Mezena», dice a EFE Ismael Sabah, que destaca dos de los camellos que participan en la prueba, apodados Sheilan y Sougan, cuyas razas destacan por su velocidad.
El proceso de entrenamiento es largo: durante un año hacen caminar a los camellos grandes distancias hasta que se acostumbran y desarrollan aptitudes físicas, añade Sabah, que dice con orgullo que si uno de sus camellos ganara la carrera no lo vendería «ni por diez mil millones de libras» egipcias.
«Desde hace 40 años, siguiendo el camino de nuestros ancestros, continuamos este deporte de nuestros padres y abuelos y damos la bienvenida a los huéspedes de todas las partes del mundo», explica a EFE el jefe de la organización del valle de Al Zalaga, Saleh Mohamed.
Añade que el primer premio está dotado de 40.000 libras egipcias (unos 791 dólares al cambio actual) y que hay dotaciones también para los participantes en la carrera, en la que suelen participar entre 35 y 40 camellos.
Sin embargo, en esta edición tan solo participaron 15 y todos pertenecientes a la tribu Mezena ya que una treintena de kilómetros se considera «una maratón larga» y se necesita «un camello fuerte que pueda aguantarlo», explica Mohamed.
Y es que la carrera sigue la estela de las que hacían sus ancestros, y solo sigue permitiendo montar a niños de entre cinco y quince años, porque son más ligeros y eso permite que el camello pueda correr un poco más rápido.
Los turistas David y Jamie, de Estados Unidos y Holanda, afirman a EFE que esta experiencia es «única» y que nunca han visto «nada similar», mientras que afirmaron que volverán a acudir a Al Zalaga para rememorar este evento tan arraigado a las tradiciones beduinas.