Madrid, 29 jun (EFE).- La caída en volumen del consumo y del desperdicio de alimentos en España en 2022 está relacionada con la normalización de la vida social después de la pandemia y la inflación, según el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.
El ministro ha presentado este jueves los informes anuales de consumo y de desperdicio alimentarios, que muestran que los españoles gastaron un 2,7 % más en alimentación el año pasado, si bien el consumo se contrajo el 7,1 % respecto a 2021.
En 2022, el ministro ha destacado que cada español consumió de media casi 700 kilos al año, casi 50 kilos menos que en 2021, mientras que gastó 2.582 euros, lo que supone un aumento de 87,3 euros.
En un contexto de «normalización de la situación de pospandemia», el consumo de las familias se hace cada vez más fuera del hogar, lo que explica que el consumo en el domicilio haya disminuido en volumen en un 8,8 %, afectado también por el incremento de los precios en la alimentación desde el inicio de la guerra en Ucrania, ha explicado Planas.
Por categorías, los productos frescos continuaron siendo una parte «muy importante» de la alimentación doméstica, especialmente los lácteos, las frutas y las hortalizas, que sumaron en conjunto el 35,7 % del volumen global.
El pescado y la carne representaron apenas el 10 % del volumen, frente al 31 % del valor, ha apuntado Planas.
Respecto a los tipos de superficies comerciales, el ministro ha afirmado que el supermercado se consolidó como el principal punto de venta, con casi el 50 % del peso, mientras que el comercio electrónico se estabilizó en el 2,3 %, en contraste con el aumento registrado durante la pandemia.
El consumo fuera del hogar se recuperó y creció un 6 % anual en volumen y un 11,5 % en valor, debido a que los españoles salieron más y los precios subieron, de forma que se gastaron unos cien euros más de media por persona y año.
Para Planas, «los momentos sociales van obteniendo más relevancia que en el pasado» y se ha «intensificado» el gusto por disfrutar en los establecimientos.
En cuanto al desperdicio, los españoles tiraron a la basura 1.201,92 millones de kilos o litros en 2022, la cifra más baja desde que existen registros, con un descenso anual del 6,2 %.
El ministro de Agricultura ha atribuido la bajada a la mayor concienciación sobre el desperdicio tanto en casa como fuera de ella, a lo que se suman el aumento de los precios y el esfuerzo del sector de la restauración por reducir las sobras.
Aunque aún «queda mucho por hacer», Planas ha considerado que las campañas del Ministerio contra el desperdicio han empezado a tener un efecto positivo, al igual que el debate generado por el proyecto de ley que presentó el Gobierno para reducir las pérdidas de alimentos.
A pesar de haber decaído en su trámite parlamentario por el adelanto electoral, Planas ha mostrado su confianza en que esa iniciativa legislativa pueda retomarse en la próxima legislatura.