Madrid, 9 jun (EFE).- La borrasca Óscar se aleja aunque sus restos seguirán dejando chubascos hoy en el interior de la mitad norte y asimismo mañana, aunque ocasionales y más dispersos, pero el domingo una vaguada o lengua de aire frío en capas altas se acercará desde el Atlántico, trayendo lluvia abundante de nuevo al menos en el norte.
Este viernes las precipitaciones seguirán siendo localmente fuertes en el Pirineo, Galicia y Cantábrico occidental, y asimismo persistentes en el sistema central occidental, según las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Aragón, Extremadura, Castilla y León, Asturias, Cataluña, Galicia, Navarra y la Comunidad Valenciana están en alerta amarilla, en zonas localizadas del interior en general, y especialmente de montaña, por riesgo de fuertes tormentas y lluvias con posibilidad de granizo.
Las precipitaciones podrán acumular en torno a 15 litros por metro cuadrado en una hora en dichas regiones, y no se descarta llegar a 20 litros por metro cuadrado en áreas puntuales, como la Comunidad Valenciana, en zonas del interior de Castellón.
Las temperaturas máximas aumentarán en general este viernes, y en los prelitorales de Levante lo harán de forma «acusada» mientras que las mínimas apenas variarán, según la Aemet.
De acuerdo a las predicciones para hoy, las lluvias serán más débiles cuanto más al sur y este del país, aunque en general tampoco se descartan chubascos aislados en puntos meridionales, del sureste y de Baleares.
Los valores bajarán por el noroeste de la península y subirán por el este y el sur, con algo ya de calor en ciudades como Zaragoza o Valencia en donde podrán superarse los 32º, según el portavoz de la Aemet Rubén del Campo.
Asimismo se podría llegar a valores de en torno a los 30 grados en ciudades como Bilbao, en el norte, pero también en Córdoba, Girona o Lleida.
En el lado opuesto, destacaría Soria, con una máxima prevista para hoy de 20 grados, y una mínima de 13; en Pontevedra, la máxima prevista es de 22 grados de máxima, y en Burgos, 23.
En ciudades como Madrid, A Coruña, Cuenca o Cáceres los valores máximos podrían situarse en 24 grados, según la Aemet.
Para el sábado, la predicción es que llueva en el extremo norte y zonas del centro, aunque de forma más débil y dispersa que los días previos, excepto en el Pirineo oriental, donde serán intensas.
El domingo las precipitaciones serán abundantes de nuevo y afectarán a la mitad norte, sin descartar que puedan extenderse a puntos del sureste y de Mallorca, con más intensidad en zonas de montaña; en el resto del país las precipitaciones serán menos probables y más dispersas.
Según Rubén del Campo, ese día se acercará desde el Atlántico una vaguada -una especie de lengua de aire frío en las capas altas de la troposfera- que aumentará la inestabilidad.
Podría haber chubascos en el tercio norte de la península, localmente fuertes en el interior de Galicia y en el entorno de la cordillera cantábrica y Pirineos; por la tarde, podrán producirse en amplias zonas del interior, sobre todo en las mitades norte y este.
En cuanto a la próxima semana la previsión es que se inicie con precipitaciones y tormentas en amplias zonas de la península.
El lunes lloverá previsiblemente en el extremo norte y, por la tarde, en la mitad norte, y de forma más fuerte en áreas de montaña.
Al día siguiente, el martes, las precipitaciones serán menos probables en el cuadrante suroeste y más fuertes en el nordeste.
Las temperaturas descenderán en general esos dos días y soplarán vientos de poniente en el Estrecho y Alborán y de componentes norte y oeste en buena parte de la península y Baleares.
A partir del miércoles, dentro del margen de incertidumbre de las predicciones con esa antelación, la tendencia es a la estabilización, comenzando por el oeste.
Para entonces, las temperaturas aumentarán en general y podrían sobrepasarse los 30 grados en la vertiente atlántica sur, aunque con probabilidad de lluvias aún en el este y en Baleares.