Cádiz, 11 ene (EFE).- Los reyes se han despedido esta sábado entre sonrisas, lágrimas y mucha emoción de la princesa Leonor, que este mediodía ha partido, junto a otros 75 guardiamarinas, en el 97 crucero de instrucción del buque escuela de la Armada española Juan Sebastián de El Cano.
Desde el muelle y a escasos metros del buque, con la princesa Leonor y el resto de sus compañeros en formación para la partida del buque, los reyes han lanzado besos, en ocasiones abrazados para apoyarse en este momento de emoción, mientras el velero bergantín-goleta zarpaba del puerto de Cádiz.
«Muy emotivo lógicamente», ha dicho el rey a los periodistas antes de embarcarse, con la reina, en el barco «Vigía de la Armada» para despedir desde el mar al buque escuela, que inicia hoy un recorrido de seis meses.
La reina no ha podido evitar las lágrimas al ver alejarse a su hija en el navío, mientras la princesa, sonriente y emocionada, agitaba su gorra de guardiamarina, como sus compañeros, para despedirse de los familiares.
«Hay más madres», ha comentado la reina a los periodistas cuando le han preguntado por sus lágrimas y la visible emoción con la que ha vivido la partida.
Más de 1.600 familiares de los guardiamarinas y de los miembros de la dotación del barco, un total de 250 personas, han acudido al muelle para esta despedida.
El rey, como muchos otros padres, ha sacado su móvil para captar el emocionante momento de la partida, que él mismo vivió en 1987.