Madrid, 29 abr (EFE).- Organizar un Europeo en tres meses. Ese era el reto que se propuso la Federación Española de Bádminton y encontró un aliado en el Ayuntamiento de Madrid. El resultado es una competición que impacta con 2,2 millones de euros en la capital y cuya imagen es Carolina Marín, icono de una audiencia global por televisión que llega a todos los continentes.
Madrid tenía ganas de bádminton. El Europeo, con el aliciente de la reaparición de Carolina Marín tras superar una grave lesión, ha disparado la expectación con todas las entradas de pago vendidas desde hace semanas para acudir a la pista municipal de Gallur y un impacto económico directo estimado de 2,2 millones de euros, según informan a EFE los organizadores.
El campeonato continental, gestado en apenas tres meses desde la renuncia de la ciudad finlandesa de Lahti el pasado mes de enero, ha supuesto un desafío para la Federación Española de Bádminton y también para el Ayuntamiento de Madrid, que han trabajado a contrarreloj para organizarlo con todas las garantías.
«La Federación Española acudió a nosotros pidiendo ayuda y nosotros respondimos que sí. Queremos organizar grandes eventos deportivos en nuestra ciudad porque apostamos por el deporte. Hemos vuelto a ser un referente en el marco internacional y es una gran noticia que la administración esté preparada para afrontar este tipo de desafíos», declara a EFE Sofia Miranda, concejala de Deportes del Ayuntamiento de Madrid.
A nivel económico, la organización del Europeo, en el que trabajan unas 200 personas, estima un impacto directo en la ciudad de 2,2 millones de euros y un indirecto que podría acercarse a los 51,4 de 2018, cuando el campeonato se celebró en Huelva y, al igual que ahora, los derechos audiovisuales se vendieron a países de los cinco continentes.
«Este Europeo es un impulso más para nuestro deporte, sobre todo porque ha coincidido con el regreso de Carolina Marín, lo cual ha ayudado a que el torneo tenga una mayor repercusión en España, así como una nueva demostración de la capacidad de la FESBA para organizar competiciones, en este caso en un tiempo récord, gracias a la ayuda del ayuntamiento de Madrid», declara a EFE Andoni Azurmendi, presidente de la Federación Española de Bádminton.
La participación de Carolina Marín, la gran referente española del badminton, con una medalla de oro olímpica en Río 2016, tres campeonatos del mundo y cinco de Europa, es, sin duda, el principal atractivo mediático de la competición para la afición local.
La jugadora onubense sufrió una grave lesión durante un entrenamiento el 28 de mayo de 2021 y fue operada unos días después, el 4 de junio, de una rotura del ligamento cruzado anterior y los dos meniscos de la rodilla izquierda.
Su presencia ha causado furor. El ejemplo es que las entradas de pago para las jornadas de cuartos de final, semifinales y final se agotaron varias semanas antes de empezar el campeonato y los tres primeros días de competición, con entrada libre, las gradas estuvieron llenas. En sesión matutina con colegios y clubes de bádminton y por la tarde con aficionados llegados de varios puntos de España, muchos de ellos luciendo camisetas rojas con consignas de apoyo a Carolina.
Esa expectación se reflejó especialmente el día de su reaparición ante la checa Katerina Tomalova, a la que ganó en apenas 29 minutos. Desde una hora antes de que comenzara su partido ya no quedaba un asiento libre y su salida a pista se produjo entre un enorme estruendo de aplausos y cánticos, que no cesaron en cada punto ganado.
«Este tipo de competiciones ayudan a que un deporte sea más conocido y reconocido, con el gran objetivo de captar a nuevos aficionados y practicantes, además de agradar a quienes ya lo conocen, lo siguen o lo practican. No hay mejor campaña de publicidad que traer el mejor bádminton, en este caso de Europa, como en Huelva hicimos con el Mundial», señala Azurmendi.
La reaparición de Carolina Marín también ha atraído a un nuevo compañero de viaje para la FESBA. «El Banco Santander nos ha dado una oportunidad que esperamos aprovechar».
«La imagen de Carolina es muy importante, pues ella en realidad es el bádminton español y una cosa nunca puede o debe separarse de la otra», confiesa Azurmendi.
Esa imagen de Carolina es la principal referencia de este campeonato. De hecho, una foto suya preside la entrada a Gallur junto con el letrero oficial del Europeo. Cada día, los aficionados se plantan ante ella y, móvil en mano, inmortalizan la instantánea para el recuerdo.
David Ramiro
