Lisboa, 15 may (EFE).- Un muro que bordea el río Tajo en Lisboa se va a transformar en una de las mayores obras de arte público de la ciudad gracias al proyecto Alfa Bravo, que reúne este domingo a voluntarios y personas sin hogar para pintar una corriente pictórica de 3,8 kilómetros.
La iniciativa junta a cerca de 200 personas, entre coordinadores y voluntarios, de los cuales una treintena son sin hogar, para recuperar un muro construido para unir el centro de Lisboa con la zona de la Expo de 1998.
El muro está formado por 3.276 bloques que se extienden de forma constante y ondulada a lo largo de 3,8 kilómetros, que ahora se llenarán de color en una obra de arte participativo.
«Establece una medida, una especie de regla que mide la ciudad», explica a EFE el autor de la obra, el artista portugués António Guimarães Ferreira, que define el muro como un «gran organizador urbano».
La estructura, que estaba olvidada, quedará ahora bajo una cadencia que irá del rojo al verde, con los colores del Código Internacional de Navegación Marítimo.
Una «universalidad» buscada por el propio artista: «Son un lenguaje internacional, no están relacionados con países o barreras culturales, sino con toda la gente que utiliza el mar y necesita entender ese lenguaje», señala.
La iniciativa también pretende unir a los ciudadanos para que piensen en su ciudad y en cómo aprovechar el espacio urbano que constituye el muro, que se puede recorrer a pie en algo menos de una hora.
Todos los trabajos de pintura se realizarán este domingo, con la ayuda de los 170 voluntarios que acudieron a la convocatoria abierta lanzada por el proyecto, a la que han respondido personas de todas las edades y de diferentes países, no sólo portugueses.
Una parte del muro es habitada por personas sin hogar, por lo que se ha organizado una acción de reintegración a través del Núcleo de Planificación e Intervención de Sintecho.
Un total de 31 personas sin hogar participan en el proyecto, con remuneración.
«Creamos las condiciones para que también esas personas puedan, como cualquier otra, participar y pensar en su ciudad, un espacio que también conocen, a veces de forma diferente a otros pero que también es de ellas», dijo Guimarães Ferreira.
El artista asegura que tiene «mucho interés en continuar explorando la ciudad y el espacio público».
«Tengo ganas de hacer más cosas, pero no será la misma fórmula. Este proyecto existe de esta forma porque ese muro es de aquella forma», concluye.