Río de Janeiro, 12 jul (EFE).- El ataque incisivo y contundente, apoyado por una defensa de hierro, hicieron brillar a la selección brasileña de balonmano en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 bajo el comando del español Jorge Dueñas, una estrategia que lo regresó a Europa, donde ahora dirige a las eslovacas.
Dueñas fue una de las figuras que dio brillo a los Juegos de Lima 2019. Y hoy, a exactos 100 días del 20 de octubre, primer día de la edición de Santiago 2023, así va su vida.
El entrenador vasco, que consiguió el oro para Brasil en la cita continental de 2019, será uno de los grandes ausentes en Santiago este año, luego de que la Confederación Brasileña de Balonmano no le renovara el contrato tras los Olímpicos de Tokio 2020, donde el país no se clasificó a cuartos de final.
A sus 60 años, Dueñas está en la tarea de sacar a la selección europea del anonimato mundial que vive desde hace casi tres décadas, una labor en la que todavía no recoge los frutos del trabajo que empezó en febrero de 2022.
Y es que las responsabilidades del exseleccionador femenino de España (2007-2016) y de Brasil (2017-2021) en su nueva misión no son pocas.
El técnico también tiene la función de trabajar con las juveniles eslovacas ayudando a formar la futura generación de la disciplina.
Su reputación estaba en una especie de limbo desde antes de los Olímpicos de Río 2016, por la falta de resultados con las españolas.
En la cita carioca las dirigidas por Dueñas sólo alcanzaron la quinta posición tras conseguir el bronce cuatro años antes en Londres, mientras que en los mundiales de la categoría su mejor desempeño fue el bronce alcanzado en Brasil (2011).
Ya en el Campeonato Europeo, España se alzó con la plata en 2008 y 2014.
Dueñas volvió a relucir hace cuatro años, cuando Brasil consiguió la dorada en Lima y la clasificación automática del país a Tokio 2020, en el que fue su máximo triunfo con las brasileñas.
El equipo eslovaco femenino que ahora dirige nunca ha competido en unos olímpicos y su mejor resultado en un mundial de la especialidad fue en 1995 cuando quedaron en la duodécima posición, la misma plaza que lograron en los Europeos de 2014 y 1994.
El primer gran reto del español tuvo lugar un mes después de su llegada a la selección eslovaca, para las clasificatorias del Campeonato Europeo 2022, en el que sus pupilas quedaron excluidas.
Un año después de su llegada, las dirigidas por Dueñas tampoco lograron clasificar al Mundial 2023.
La esperanza queda ahora para el Europeo de 2024, donde el español espera recoger sus primeros frutos con las eslovacas.