Madrid, 7 may (EFE).- El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, trasladará esta semana al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, la determinación de España de jugar un papel activo en la búsqueda de soluciones multilaterales a los retos que afronta el mundo y la fiabilidad del país como socio con el que poder contar.
Un mensaje que transmitirá en la reunión que mantendrán el próximo viernes en la Casa Blanca y que constituye la cita internacional más esperada por Moncloa.
Casi dos años y medio después de que Donald Trump abandonara el Despacho Oval se ha fijado este encuentro, que el Gobierno siempre ha confiado que se concretaría a lo largo de la legislatura y que esperaba que, a más tardar, se convocara durante la presidencia española de la UE en el segundo semestre de este año.
Pero finalmente será antes, el viernes 12 de mayo, una fecha que coincide con el inicio de la campaña para las elecciones municipales y autonómicas del día 28 de este mes.
No podrá por tanto Sánchez estar en el inicio de esa campaña, una circunstancia ante la que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha tirado de ironía para asegurar que lo habrán celebrado los barones socialistas.
Frente a ellas, fuentes del Ejecutivo señalan a EFE que el viaje a Washington evidencia la relevancia de España pese a la «deslealtad» de Feijóo en política internacional.
LA PAZ EN UCRANIA
La continuidad de ese protagonismo es el compromiso que Sánchez expondrá a Biden, a quien reiterará su apuesta por la paz en Ucrania sobre la base de la propuesta planteada por el presidente Volodímir Zelenski, tal y como defendió recientemente en Pekín ante el presidente chino, Xi Jinping.
Un asunto sobre el que se hablará en julio en la cumbre de la OTAN de Lituania y en la que Sánchez volverá a coincidir con el presidente estadounidense.
La última cumbre de la Alianza Atlántica fue la celebrada en Madrid en junio pasado, y eso propició una reunión en Moncloa entre Sánchez y Biden en la que ambos renovaron y actualizaron las bases de la relación bilateral en numerosos ámbitos, como el de la defensa, la justicia, la inmigración, el comercio o los derechos humanos.
Además, Biden trasladó al presidente del Gobierno su intención de aumentar el número de destructores norteamericanos en España, país al que calificó de «un aliado indispensable».
Sánchez insistirá en que España es un socio en el que poder confiar, que está a la cabeza de la defensa de la democracia ante hechos como los asaltos a instituciones que han vivido Estados Unidos o Brasil, y que quiere ser muy activo en la lucha contra el cambio climático, en garantizar la seguridad alimentaria y en promover la transformación digital.
El encuentro permitirá al jefe del Gobierno exponer algunas de sus prioridades para la presidencia semestral de la UE, que asumirá convencido de la necesidad de fortalecer el vínculo transatlántico.
ACUERDO MIGRATORIO
Una apuesta que no impide que Sánchez siga defendiendo una reacción unitaria y contundente por parte de la Unión Europea a la política de subsidios a empresas impulsada por Estados Unidos mediante su ley de reducción de la inflación.
Prioridad española para ese semestre al frente de la UE es la relación con América Latina, una región con intereses comunes por parte de España y Estados Unidos y sobre la que hablarán también el presidente del Gobierno y su anfitrión.
Tendrá ocasión Sánchez de apoyar a Biden en sus aspiraciones a un nuevo mandato en la Casa Blanca, desveladas recientemente, y los dos líderes abordarán el problema migratorio después del cuerdo entre ambos países y Canadá por el que se comprometen a aceptar migrantes cuyos casos serán gestionados en centros de tramitación en países de Latinoamérica como Colombia y Guatemala.
Un compromiso que Estados Unidos agradeció a España y que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, dijo que busca proteger a personas vulnerables, hacer frente a las mafias que trafican con personas y facilitar vías legales de migración.
SEIS AÑOS DESPUÉS
Sánchez viajará a Washington casi seis años después de la última visita de un presidente del Gobierno español, ya que Mariano Rajoy fue recibido por Trump el 26 de septiembre de 2017.
La situación en Cataluña atravesaba entonces un momento muy delicado que hizo que fuera un asunto presente en la rueda de prensa ofrecida por ambos y en la que Trump dijo que España es «un gran país» que «debería permanecer unido» y consideró que la independencia de ese territorio sería «una tontería».
Desde Moncloa se subraya la buena sintonía existente entre Sánchez y Biden, que se ha ido forjando en sus encuentros y conversaciones (principalmente la de Madrid del año pasado) después de una fugaz primera charla de pasillo en junio de 2021 en la cumbre de la OTAN de Bruselas.
Otro hito de esa relación personal fue en agosto de 2021, cuando conversaron telefónicamente y acordaron que las bases de Rota y Morón acogerían temporalmente a afganos que habían colaborado con Estados Unidos y que estaban siendo evacuados de su país ante la llegada de los talibanes al poder.
José Miguel Blanco
