
San Juan, 17 mar (EFE).- Stuart Young, de 50 años, prestó juramento este lunes como el octavo primer ministro de Trinidad y Tobago, pocos meses antes de que los votantes de esta república de dos islas acudan a las urnas para elegir un nuevo Gobierno.
Young, exministro de Energía e Industrias Energéticas, reemplazó Keith Rowley, de 75 años, quien renunció al cargo tras nueve años y medio, poniendo fin a 45 años de vida política activa.
«Lideraré con integridad, inclusión y responsabilidad», declaró Young poco después de ser juramentado por la presidenta, Christine Kangaloo, en una ceremonia televisada.
«Aprovecharemos nuestra singular fortaleza, diversidad y aspiración para construir un futuro donde cada ciudadano tenga la oportunidad de prosperar», agregó.
Young, quien nombrará un nuevo gabinete, prometió dejar «de lado las diferencias» e impulsar «las reformas necesarias para transformar y fortalecer» el país.
«Nuestra unidad nacional, cimentada sobre el respeto y la inclusión, junto con nuestro espíritu de lucha, es lo que creo que tiene el poder de impulsar a nuestra nación hacia adelante», subrayó.
Young debe fijar la fecha de las elecciones generales antes de noviembre de este año, según lo previsto constitucionalmente.
Se espera que presente las políticas de su nueva administración al frente del gobernante Movimiento Nacional del Pueblo en la campaña para las próximas elecciones, en las que su principal rival será el Congreso Nacional Unido.
Trinidad y Tobago es miembro de la Comunidad del Caribe (Caricom), cuya actual presidenta, la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, dio la bienvenida a Young y le ofreció sus más sinceras felicitaciones por su investidura.
«Caricom ofrece su pleno apoyo al primer ministro y a su Gobierno mientras continúan forjando un futuro estable, seguro y próspero para el pueblo de Trinidad y Tobago y la región», dijo Mottley en un comunicado.
Uno de los principales retos que enfrenta Young es el alza de la criminalidad y los homicidios en el país, que se encuentra bajo un estado de emergencia para tratar de frenar esta lacra.
Además, la decisión de Rowley de renunciar al cargo antes del fin de su mandato y el nombramiento de Young para sucederle han despertado las críticas de la oposición.