Cracovia (Polonia), 1 may (EFE).- Polonia está dispuesta a actuar como garante de la seguridad de Ucrania como parte de un posible tratado de seguridad que abra la vía a la paz con Rusia, según Jakub Kumoch, responsable de política internacional de la oficina del presidente polaco, Andrzej Duda.
«El presidente y el Gobierno han tomado la decisión de que Polonia no rehuirá su responsabilidad,» afirmó Kumoch en una entrevista con el diario «Gazeta», en la que indicó que en Varsovia se está debatiendo un borrador de acuerdo entre Ucrania y los estados garantes.
Dicho borrador, elaborado por el Gobierno del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha sido enviado a los estados dispuestos en principio a actuar como garantes, entre los que Kumoch citó a Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia y Turquía, entre otros.
«Si se alcanza un acuerdo de paz, sólo nos interesa uno que garantice la integridad territorial de Ucrania y su independencia,» aseguró, y agregó que «no hay espacio para un Chamberlain,» en referencia al primer ministro británico conocido por su política de apaciguamiento antes de la Segunda Guerra Mundial.
Ucrania estaría dispuesta a declararse neutral y a renunciar a un eventual ingreso en la OTAN a cambio de que otros estados garanticen su seguridad en caso de una nueva agresión rusa.
De acuerdo con Kumoch, Rusia quiere que, como parte de un acuerdo de paz, Kiev asuma la pérdida de las regiones separatistas en el Donbás y de la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.
«En un principio también pedían el desarme de Ucrania pero es un atrevimiento exigir el desarme de un estado cuyo ejército ha aplastado gran parte de las fuerzas rusas en un enfrentamiento terrestre,» terció.
El «escenario racional» para poner fin a la guerra incluye sin embargo que Kiev, sin reconocer la anexión de Crimea, admita que Ucrania no controla estos territorios y esté dispuesta «a no tocarlos» durante algún tiempo, dijo.
Por último, reincidió en la necesidad de decretar un embargo del gas ruso a nivel europeo y a pagar el precio «ahora», ya que una guerra continuada tendrá un coste mucho más alto.
