Que no es por el aperitivo, ni la decoración, ni siquiera por sus «cuchitriles» dimensiones es. Que no es que pongan el aire acondicionado en invierno ni les salga mal el tinto de verano. Son los camareros los que no me gustan. Porque si nos les llamas… no te sirven; y si les llamas, igual les pillas en un renuncio “interpretativo” y te sirven mal.
Que no digo yo que les falten medios, no sé, mejor iluminación, unos cuadros bonitos al fondo, mejor producto, más “cámaras” frigoríficas, más tiempo de cocción, hasta que se queden fríos los delegados de campo… ¡¡¡yo qué sé!!!! Pero hombre, no Ver (sí, sí, con V de Var) el penalti a Morata en el Villamarín, a Vinicius en el Bernabéu…
Ahora bien, ¿que se trataba de crear puestos de trabajo? Fantástico entonces, aplaudo la idea, pero que abran una bolsa de trabajo a la que se tenga a bien concurrir… con preparación, independencia y libertad de expresión. El Bar, de toda la vida… porque a este VAR, no entro.