Vila-real (Castellón) 20 ene (EFE).- El entrenador del Real Mallorca, Jagoba Arrasate, aseguró este lunes, tras perder 4-0 en su visita a La Cerámica, que su equipo fue durante varios minutos de la primera parte un “juguete” para el Villarreal, algo que calificó como “inadmisible”.
“Hemos dado muchas facilidades y tenemos que espabilar porque llevamos 10 goles en contra en los últimos tres partidos. Es uno de esos días en los que no me aguanto ni a mí mismo”, dijo el preparador vasco.
Arrasate añadió que lo primero que debe hacer su equipo para salir de esta mala dinámica es “reconocer» que están mal” y confió en que el Mallorca pueda revertir su mala racha el próximo sábado ante el Betis.
“El equipo ha demostrado que puede hacerlo bien y hay que volver a esa senda”, comentó el entrenador, quien admitió que protestó al final del partido una acción de Álex Baena “por la frustración del resultado y porque pensaba que esa acción sobraba”.
Arrasate justificó los cuatro cambios de golpe tras el descanso para proteger a sus jugadores, bien por tarjetas o de posibles lesiones, y negó que quisiera señalar a alguno de ellos con la sustitución.
“Tenía que haber cambiado a los 11 y al entrenador. Era momento de tomar decisiones y de probar otras cosas”, dijo el vasco, que insistió en que la mejor forma de pasar este mal momento es “todos juntos”.
“Hay que aceptar que estamos mal para mejorar. Tenemos que reaccionar y el partido del sábado tiene que ser un punto de inflexión para volver a ser lo que somos”, explicó Arrasate, que no cree que por estos resultados el club deba acudir al mercado de fichajes.
“La imagen que hemos dado en esos diez minutos no tiene nada que ver con eso. Mi trabajo es que el equipo vuelva a dar el nivel que ha dado”, concluyó.
