La lavadora es uno de esos electrodomésticos en nuestras casas que reciben la etiqueta de «imprescindibles». Es, sin duda, uno de los que más utilizamos y cuyo uso tenemos más interiorizado
Las lavadoras suelen durar entre diez y doce años, dependiendo de su uso y marca, aunque puede alargarse su ciclo de vida – y a la vez, cuidar el medio ambiente-.
Hay algunos consejos, asequibles y sencillos de cumplir, que pueden mejorar el rendimiento del electrodoméstico. El primero de ellos es no llenarla en exceso, pues una sobrecarga podría ocasionar que la ropa no se mueva libremente, el detergente no se expanda correctamente y, de esta forma se estropee. Otro truco es ventilar el tambor, dejando abierta la lavadora durante un rato tras su uso para que no acumule humedad. Esto, junto a limpiarla regularmente – tanto las juntas y las gomas, como el cajetín o el exterior – evitará que se acumule suciedad que luego no se puede retirar sin dañar el aparato.
También se recomienda recurrir a los descalcificadores de agua, al menos una vez al mes: se pone una lavadora vacía con un producto descalcificador en el depósito. Esto limpiará tanto las partes visibles como el interior de la lavadora. Por último, desmontar y limpiar – con amoniaco o detergente – el filtro cada tres meses puede alargar la vida del electrodoméstico.
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