17 de mayo, Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia
El Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia se celebra cada 17 de mayo para denunciar la discriminación que las personas homosexuales, bisexuales y transexuales sufren en todo el mundo. El objetivo es avanzar en derechos y concienciar sobre los abusos y violencias que sufren las personas pertenecientes al colectivo LGTBIQA+.
¿Por qué se celebra cada 17 de mayo?
No fue hasta el 17 de mayo de 1990 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) dejó de considerar la homosexualidad como una enfermedad. Se escogió el 17 de mayo como Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia para conmemorar esta fecha.
¿Qué es la homofobia, la transfobia y la bifobia?
Muchas personas sufren violencia simplemente por su orientación sexual o identidad de género. Lamentablemente, la homofobia, transfobia y bifobia están todavía presentes en la sociedad. A pesar de ciertos avances de aceptación social, a día de hoy, todavía siguen sucediendo casos de acoso, discriminación y agresiones; una lacra con la que luchar desde la educación, las políticas en igualdad y el compromiso de la sociedad.
Organismos como el Comité de Derechos Humanos han condenado reiteradamente la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género.
Homofobia: intolerancia, rechazo y odio irracional hacia las personas atraídas por otras de su mismo género. La homosexualidad fue desclasificada como enfermedad mental en 1990 por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Transfobia: intolerancia, rechazo y odio irracional hacia las personas transexuales y transgénero. La transexualidad ya no se encuentra catalogada como trastorno mental por parte de la OMS desde la entrada en vigor en 2022 de la nueva edición de su manual de enfermedades.
Bifobia: intolerancia, rechazo y odio irracional hacia las personas atraídas por personas del mismo género y de otros.
La realidad del colectivo LGTBIQA+
En la actualizad, 69 países criminalizan y condenan con penas de prisión la homosexualidad. En 5 de estos países se mantiene la pena de muerte para estas condenas; Irán, Mauritania, Sudán, Arabia Saudí y Yemen, además de algunas zonas de Nigeria y de Somalia.
1 de cada 3 países del mundo castigan penalmente las relaciones homosexuales.
La Unión Europea se ha colocado a la vanguardia de los esfuerzos para proteger los derechos del colectivo LGTBIQ+; con la Estrategia para la Igualdad de las Personas LGTBIQ 2020-2025. Si bien es cierto que Europa es el continente más avanzado en políticas de igualdad, aún queda mucho por hacer.
Países Bajos fue el primer país en aprobar el matrimonio entre personas del mismo género en el 2000. En España, no se aprobó hasta el 2005. Sin embargo, 18 años después, las cosas no han cambiado mucho. Las personas del colectivo LGTBIQA+ siguen sufriendo desprecio, insultos, acoso, discriminación y violencia.
El 43% de las personas LGTBIQ+ en la Unión Europea han sufrido discriminación.
La Estrategia para la Igualdad de las Personas LGTBIQ 2020-2025 tiene como objetivo conseguir que la sociedad alcance la plena igualdad; luchar contra la discriminación en ámbitos como la educación, salud, cultura y deporte; conseguir que gocen de las mismas oportunidades y derechos y participen plenamente en la sociedad; garantizar su seguridad, protegiendo la salud física y mental de las personas LGTBIQA+.
282 casos de delitos de odio por orientación sexual e identidad de género en 2020
Datos del Portal Estadístico de Criminalidad del Ministerio de Interior indican que; se registraron 282 casos de delitos de odio por orientación sexual e identidad de género en 2020. No obstante, las cifras serían mucho mayores. Según una encuesta realizada por el Ministerio de Interior realizada en junio de 2021; el 89% de las 437 personas encuestadas que habían experimentado delitos de odio en España no llegó a presentar denuncia. Esto se traduce en 1 denuncia de cada 10 delitos de odio.
En ámbito laboral, las personas LGTBIQA+ se enfrentan a una mayor discriminación en todas las etapas del ciclo de empleo; contratación, promoción, formación, indemnización y despido. En muchas ocasiones, se ven obligadas a ocultar su orientación o identidad sexual.
“Cada día, el 72% de las personas LGBT+ (lesbiana, gay, bisexual y trans) vuelve al armario en su trabajo; ya sean empresas u otras organizaciones. Y lo hacen, entre otros motivos, para evitar chistes, comentarios negativos, burlas o insultos, así como para impedir que su condición sexual o identidad de género frustre ascensos o subidas salariales”; indican investigadores del proyecto ADIM, elaborado por la Universidad Complutense de Madrid y los Gobiernos de España y Portugal para promover un ambiente laboral inclusivo.
“Aquí hay un reto para las empresas, las universidades y todas las instituciones empleadoras, que tienen que ser consciente de la realidad que existe dentro de su organización”; subraya José Ignacio Pichardo, antropólogo español especializado en la investigación sobre diversidad sexual y la realidad del colectivo LGTBIQA+.
“Hay un porcentaje significativo –en las encuestas está alrededor de un 20%– de personas que son abiertamente lgbtifóbicas. O, lo que es lo mismo, 1 de cada 5 personas es probable que insulten o discriminen. Cuando llegas a un trabajo, tú no sabes si tu compañero de mesa o tu jefe pertenecen al 80% de las personas respetuosas o al 20% de los que no lo son, y entonces te callas”, prosigue.
En cuanto a los centros escolares, la macroencuesta realizada por la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA) en 2019 informa que; el 43% de los encuestados (jóvenes de entre 15 a 17 años) han sido ridiculizados, amenazados, insultados o sufrido burlas alguna vez por ser LGTBIQ+.
La brecha trans
“El índice de paro de las mujeres transexuales es el mayor que existe entre todos los colectivos de los que existen registros, y eso lo indican los informes de la OIT o la OCDE, que señalan que somos uno de los colectivos con menor inclusión y mayor discriminación laboral: aunque tengan cualificación suficiente, a las mujeres trans se les rechaza por miedo a que puedan resultar conflictivas para la empresa, lo que se traduce en un incremento de marginalización del colectivo”; reivindica Marina Echebarría, catedrática de Derecho Mercantil de la Universidad de Valladolid, primera mujer abiertamente transexual en acceder a una cátedra universitaria en España.
Más de la mitad de las personas trans superan el umbral de pobreza.
En España, 1 de cada 2 tiene dificultades importantes para llegar a fin de mes; según datos de la encuesta de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA).
Además de tener mayores dificultades para encontrar empleo, sufren mayor discriminación en el ámbito laboral. Así lo demuestran los datos de la European Union Agency for Fundamental Rights; el 77% de las mujeres trans ha sufrido discriminación a la hora de buscar trabajo en España. Tras conseguirlo, 5 de cada 10 mujeres trans han sido víctimas de actitudes y comportamientos vejatorios. En el caso de los hombres trans, pese a contar con más facilidad para encontrar trabajo; un 34% ha experimentado discriminación en el entorno laboral.
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