Albares destaca el Instrumento de Emergencia de la UE como reto de la presidencia española

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, interviene durante la segunda edición de los #EncuentrosHK, un foro de diálogo bajo el título ‘España en la Europa del Siglo XXI' celebrado, este lunes, en Madrid. EFE/ Chema Moya

Madrid, 12 jun (EFE).- El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha destacado este lunes que el principal reto legislativo que afrontará la presidencia española de la Unión Europea que se iniciará el día 1 será el impulso al Instrumento de Emergencia del Mercado Único, la guía frente a futuras crisis.

«Queremos establecer un mecanismo previsible y flexible para responder ante las amenazas que pongan en riesgo el funcionamiento del mercado único», ha indicado Albares al hacer un repaso de los desafíos para el próximo semestre en una conferencia en Madrid en el foro H+K Strategies.

El Gobierno, ha explicado el ministro, ha identificado 120 expedientes legislativos prioritarios que quedan pendientes en el Europarlamento y «que deben ser cerrados antes de las elecciones europeas» del próximo mayo.

Entre ellos, ha citado la regulación de los alquileres de corta duración, la tarjeta europea de discapacidad, la lucha contra la trata de personas, la profundización de la Europa de la salud, la revisión de las normas de gobernanza fiscal y la reforma del mercado energético.

Aunque esos ya son muestra «del calado del trabajo» que espera a la presidencia española, Albares ha añadido: «Quiero destacar de todos los expedientes, uno particularmente relevante, el Instrumento de Emergencia del Mercado Único».

En ese sentido, ha recordado que la pandemia de coronavirus y la incertidumbre económica y energética derivada de la guerra en Ucrania han servido esta legislatura europea para fijar como prioridad un manual de actuación ante futuras amenazas o situaciones críticas.

España tendrá los próximos seis meses que fijar el rumbo para que esos expedientes legislativos pendientes lleguen a buen puerto, pero en colaboración con los otros veintiséis estados y con el Europarlamento y la Comisión, ha señalado Albares.

Lo ha reflejado con un símil ferroviario: «Aunque muchas veces se ve la presidencia de la Unión Europea como el conductor del tren, somos más bien el jefe de la estación, que puede decidir los horarios y las agujas».

Albares ha sostenido que la agresión «ilegal, brutal, injusta e injustificada de Rusia a Ucrania» ha obligado a la UE a «avanzar todavía con más rapidez hacia una Europa con capacidad para ser un actor geopolítico de primer orden» y que la necesidad de «defender los valores europeos» no es solo «porque sean bellas ideas filosóficas», sino por ser «el motor de las mayores décadas de crecimiento y estabilidad en el continente».

Ha subrayado que España tiene que ser un actor del «rediseño del orden europeo» y ha instado a una reindustrialización de Europa en aras de la «seguridad económica», así como ha indicado el buen momento de la relación entre la UE y Estados Unidos, el «aliado natural».

También ha resaltado que la presidencia española servirá para «relanzar» la «extraordinaria relación» con América Latina, en especial para la «triple transición: verde, digital y social».