El coronavirus ha causado un gran impacto en el mundo del arte, las pérdidas son millonarias y la incertidumbre es mayor que en la anterior crisis, pero el arte no para. Hoy las galerías madrileñas tratan de recuperar la normalidad y abren su temporada con 48 de exposiciones a pie de calle y en internet.
“Es un milagro que hoy abramos 48 exposiciones, hace unos meses no estábamos tan seguros”, explica a Efe Manuel Fernández-Braso, el presidente de Arte_Madrid, la asociación de galeristas madrileñas. En las próximas semanas arrancan la temporada en Barcelona -Barcelona Weekend Gallery y Valencia -Abierto Valencia-.
El impacto de la pandemia ha azotado con fuerza al sector del arte, que está ligado a un fuerte componente presencial. El mercado de compra y venta se ha resentido con la cancelación de las grandes ferias y la imposibilidad de que los compradores vean las obras in situ. A los museos no les va mucho mejor.
Las grandes pinacotecas calculan pérdidas millonarias, se han pospuesto grandes exposiciones y se han prorrogado otras, como “Reencuentro” del Prado. La pinacoteca madrileña perdió 7 millones de euros durante los tres meses que estuvo cerrada, y la falta de turistas de los meses posteriores no hará otra cosa que aumentar esa cifra. La situación del resto de museos es similar.
Pese a estas cifras y al incremento de casos en la capital, desde hoy y hasta el sábado, las galerías madrileñas comienzan la temporada con medio centenar de exposiciones y obras de 78 artistas, bajo el título de Apertura Madrid Gallery Weekend. Se han cancelado todos los eventos multitudinarios por seguridad, pero la temporada oficialmente ha echado a andar.
Hay mucha incertidumbre, pero también positivismo y el gremio es consciente de que el sector no puede parar. Las galerías son un elemento que une a público, museos y artistas: “Si una galería no vende, el artista no ingresa -explica Fernández-Braso- eso es algo que no se puede permitir ningún país que quiera ser moderno y contemporáneo”.
Las galerías animan a los ciudadanos a acudir a las exposiciones. Sus espacios son seguros, nunca han estado masificados y se han tomado todas las medidas necesarias: “Estamos muy concienciados con hacer las cosas bien -explica-, no haríamos nada que conllevara el mínimo riesgo”.
Además del fuerte impacto económico, la pandemia ha afectado a las programaciones. Este año hay más arte español, así se evitan problemas de transporte, reconoce Fernández-Braso. Elvira Mignoni de la Galería Elvira González abre con una excepcional exposición de la española Elena Asins, la primera en solitario desde su muerte.
La galería, una de las más importantes de la capital, tenía prevista una exposición con un artista internacional, pero adelantó la de esta artista, madre del arte conceptual español y una figura fundamental dentro del arte español, por el complicado contexto internacional.
“Estoy segura que vamos a tener visitantes, hay gente que quiere seguir paseando y viendo exposiciones, hay necesidad de recuperar nuestra vida”, asegura a Efe la galerista. Manuel Fernández-Braso tiene la misma sensación: “La gente está buscando sus dosis de placer, hemos estado mucho tiempo encerrados y limitados”.
Los compradores extranjeros han caído en picado y los nacionales también. De la decena de invitados que cada temporada llegaban a Madrid para la apertura de la temporada en septiembre con invitación de Acción Cultural Española, este año solo vienen dos. Para compensar esta ausencia el arte se ha refugiado en internet, donde se están celebrando las ferias canceladas y las subastas que antes se hacían en concurridas salas.
Esta es la primera temporada que las galerías madrileñas ofrecen íntegramente sus exposiciones en internet, en Artsy y Artland. Se puede pasear por las exposiciones, ver las obras con todo detalle y cerrar una compra. Internet se ha convertido en un flotador de salvación y a partir de ahora será fundamental, coinciden ambos galeristas.
Fernández-Braso asegura que han podido hacer este esfuerzo económico esta temporada gracias al apoyo del Ayuntamiento y la Comunidad. De parte del ministerio, que ha recibido críticas de grandes artistas por la falta de ayudas durante la pandemia -más cuantiosas para cine, música o literatura-, echa en falta comunicación. “Lo importante es que haya una comunicación fluida, y la echamos de menos”, asegura.
El arte contemporáneo superará esta crisis, como tantas otras. ¿Alguna galería se verá abocada a cerrar? “Yo creo que no, tenemos la piel dura”, dice Fernandez-Braso aunque también reconoce que, a diferencia de la anterior crisis, ésta es más profunda y la incertidumbre es mucho mayor, porque no se sabe cuando se recuperará cierta normalidad. “Son tiempos duros, para nosotros igual que para el resto del tejido empresarial -reconoce-. Pero vamos a intentar que el publico lo note lo menos posible.”
Celia Sierra.
Fuente: © EFE 2020