Las radiaciones ultravioleta del sol son esenciales para nuestro organismo por la producción de vitamina D que fortalece los huesos y el sistema oseomuscular. Sin embargo, se debe tener mucho cuidado con el sol y proteger bien la piel con cremas de factor protección alto, sobre todo cuando aún se tiene la piel blanca, para evitar daños en la piel como quemaduras, envejecimiento prematuro o melanomas cancerígenos.
Precauciones y protección frente al sol
- Evitar las horas centrales del día (12 h a 16 h) para exponerte al sol.
- La exposición al sol debe ser progresiva y nunca muy prolongada. Evitar jornadas largas en la playa o piscina y protegerse en la sombra.
- Lleva un gorro o sombrero de ala ancha evitar la exposición directa del sol en la cara y proteger la cabeza.
- Evitar colonias, cosméticos perfumados o ciertos medicamentos si se va a tomar el sol.
- Usar siempre protección solar, incluso en los días nublados. Las cremas con factor alto (50+) son el mejor aliado para conseguir un bronceado saludable sin quemaduras, sobre todo cuando tenemos la piel muy clara.
- Cuidar los lunares al máximo para evitar que se transformen en bultos malignos. Para ello aplicar en dichos puntos siempre crema de máxima protección (50+). Se puede llevar un stick protector para aplicarlo en cualquier momento. Vigilar muy bien la evolución de los lunares y no fallar a la cita con el dermatólogo, sobre todo, si se notan variaciones de forma o color.
- Aplícate la crema solar media hora antes de tomar el sol. Debes volver a darte crema cada dos horas y siempre después de bañarte en el mar o en la piscina.
- Cuidado con lo días nubosos y con viento, la radiación UV es la misma pero la baja sensación de calor nos hace no percibirla.
- Bebe abundante agua para mantener la piel hidratada y evitar la deshidratación.
El fototipo de la piel es clave:
- Fototipo I (se queman fácilmente, no se broncean nunca).
- Fototipo II (se queman fácilmente, se broncean un poco).
- Fototipo III (se queman un poco, se broncean progresivamente)
- Fototipo IV (Se queman poco, se broncean bien)
- Fototipo V (se queman poco, se broncean siempre)
- Fototipo VI (se queman muy raramente).
- Los fototipos más bajos son los que tienen mayor riesgo de quemarse y los que deben extremar las precauciones.
Especial protección en bebés y niños
Mucho cuidado con los pequeños, necesitan protección absoluta. Las exposiciones solares intensas con quemaduras durante los primeros años de vida son un factor determinante en la aparición de melanomas cancerígenos en la edad adulta.
Hasta los 6 meses mantenerlo siempre a la sombra evitando la luz directa instalando una sombrilla en la silla de paseo y poner al bebé un sombrero que le tape cara y cuello. No se aplican filtros.
Después de los 6 meses se debe aplicar al niño un filtro de protección para los rayos ultravioleta A (UVA) y ultravioleta B (UVB). Los números relativos al factor de protección solar (SPF) se refieren a los rayos UVA (50+) y el grado de rayos UVB se mide en símbolos en forma de estrella.
Y no olvidar vigilar pecas, manchas y lunares de la piel de los pequeños y visitar al dermatólogo. La prevención es fundamental.