Halloween, una noche de miedo

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Esta noche se celebra Halloween, una de las fiestas más populares del año. Disfraces de todo tipo van a llenar las calles y el famoso «truco o trato» tendrá lugar en muchas partes del mundo al mismo tiempo

Todos conocemos la tradición, pero no tanto el origen de este día. Durante la noche de Samhain, los celtas creían que los espíritus salían a buscar vivos a los que poseer. Con el fin de evitar esto, se vestían con máscaras y trajes para pasar desapercibidos, es decir, para parecer un ser maligno y así ahuyentarlos. Esta festividad coincide con el inicio del año nuevo celta y, por lo tanto, con el fin de la temporada de cosechas.

Parte de aquellos ritos han viajado hasta nuestros días como, por ejemplo, el hecho de poner velas sirve para indicar a los difuntos su camino. De ahí, las numerosas calabazas iluminadas que pueblan las casas en la noche de Halloween.

Los lugares donde más acogida tiene este día son: Irlanda, Inglaterra, Australia, Canadá y Estados Unidos. Este último es el que más destaca por la importancia que se le da y se ha convertido en modelo a seguir a la hora de exportar la tradición a otros países.

La víspera del día de Todos los Santos es un momento perfecto para que los niños dejen volar su imaginación: desde zombies hasta piratas muertos, pasando por esqueletos y personajes de películas de terror

¡Hay miles de planes posibles para hacer! Desde vivir Ediciones, os damos unas ideas muy sencillas para disfrutar con toda la familia:

  1. Películas de miedo. En esta noche lo que se buscan son los sustos. ¡Y qué mejor que tenerlos en nuestro sofá del salón con un buen bol de palomitas! Algunas sugerencias: «El exorcista», «Viernes 13», «La matanza de Texas», «Insidious», «It» o «Expediente Warren».
  2. La comida. Salchichas que se hacen pasar por dedos, cupcakes de murciélago, chuches temáticas o, incluso, mucho ketchup que imite la sangre. A los peques de la casa les encanta participar en la cocina y, si es de este modo, más divertido todavía.
  3. Decorar la casa. Todos sabemos que los estadounidenses son los reyes en este campo, pero nosotros no nos quedamos atrás. ¿Por qué no organizar un pasaje del terror en nuestra propia habitación? Solo hay que comprar algunas telarañas falsas e insectos de plástico, colocar muñecas de porcelana, apagar la luz y poner sonidos de bosque encantado. Nadie saldrá de allí sin haber gritado un poco.
  4. Un clásico: contar historias. Siempre hay alguien que ha tenido experiencias paranormales o que ha escuchado algún relato que pone los pelos de punta. Una linterna bajo la barbilla, el pelo un poco despeinado como la niña de «The Ring», algo de música siniestra y ya tenemos montada nuestra fiesta de fantasmas.

En cualquier caso, lo más importante de esta velada tan especial es pasarlo bien y dejar que el miedo juegue un poco con nosotros.