Madrid duplicará las ayudas para prevenir ataques de lobos a la ganadería extensiva

Los ganaderos podrán recibir hasta 200.000 euros para mejorar la protección de su ganado

La Comunidad de Madrid aumentará las ayudas para prevenir ataques de lobos a la ganadería extensiva. Las subvenciones podrán alcanzar 200.000 euros y cubrirán la compra de mastines, la instalación de cercados fijos o móviles, el uso de pastores eléctricos y la colocación de collares con GPS en las reses.

Madrid es una de las regiones que más fondos destina a compensar los daños causados por lobos, perros asilvestrados o buitres. En 2024, se incrementaron las indemnizaciones por animal fallecido y se ampliaron las ayudas para gastos veterinarios si el ejemplar es encontrado con vida. Las compensaciones oscilan entre 500 y 1.500 euros. Las explotaciones que protejan razas autóctonas en peligro de extinción o apliquen medidas preventivas recibirán un 10% adicional.

Reunión con el sector y convocatoria de la Mesa del Lobo

Esta semana, la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior se ha reunido con las principales organizaciones agrarias para analizar los ataques recientes. Además, ha convocado la Mesa del Lobo el 27 de febrero para buscar soluciones que permitan la convivencia entre lobos y ganaderos.

El Gobierno madrileño ha reiterado su petición al Gobierno central para modificar el estatuto de protección del lobo. Madrid propone su descatalogación del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE). De este modo, se podría aplicar un control cinegético sobre su población.

También se activará un sistema de comunicación con los ganaderos afectados. Podrán consultar el estado de sus indemnizaciones en tiempo real. En caso de ataque, deberán avisar al Cuerpo de Agentes Forestales en un plazo de 72 horas. Una patrulla inspeccionará la zona y elaborará un informe.

Situación del lobo en Madrid

Madrid es una de las regiones con menos ataques de lobos en España. En los últimos cinco años, se han registrado 877 ataques, con una media de 175 al año.

Según el seguimiento de 2024, hay cinco manadas reproductoras en la región y posibles indicios de una sexta. Se estima que la población total ronda los 30 ejemplares.

Cada manada está formada por cuatro o seis adultos, algunos jóvenes del año anterior y tres a cinco cachorros. A partir del segundo año, los lobos jóvenes se dispersan en busca de nuevos territorios, generalmente hacia el sur y el este de la Península Ibérica.